Todas nuestras reuniones, nuestros congresos regionales y mundiales, tienen el propósito de unirnos. Al unirnos dejamos que la Luz se revele según la ley de equivalencia de la forma. La Luz es una, y necesita sólo un deseo, una vasija. Cuando nos unimos en práctica, dándole vida a nuestra unión y que se convierta en una realidad, entonces en la medida de nuestros esfuerzos y deseos por materializarla, la Luz se acerca a nosotros.
jueves, 24 de junio de 2010
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